No hay empresa que se precie de innovadora y no se haya puesto manos a la obra para trasladar a toda su organización los principios de la transformación digital. Más allá de su planteamiento teórico, hay cinco áreas clave en la que todas las empresas deberían estar evolucionando; liderazgo, experiencia omnicanal, flujo de trabajo, modelo operativo e información.
Éste último punto es para las agencias de MarCom pieza clave de su futuro. O somos capaces de ofrecer a nuestros clientes la información que precisan, en el momento y forma adecuados, o pasaremos a ser parte del pasado.
Esto supone, de entrada, todo un cambio cultural para las agencias tradicionales, sometidas a férreos procesos implantados hace años y que se han consolidado para dar vida a lo que se conoce como cultura corporativa.
Pero nada de eso va a perdurar mucho más tiempo. Este violento periodo de cambios que vivimos amenaza con dinamitar los sólidos pilares de una práctica centenaria y el rol de las nuevas agencias de marketing y comunicación debe ser muy distinto.
Para empezar, nuestro interlocutor ya no será el responsable de marketing o comunicación, y nos encontraremos cada vez más con un CEO o director general que se involucra personalmente en nuestra práctica o, al menos, en la definición de las líneas estratégicas que nos conciernen. Por eso, las agencias debemos adaptarnos a un criterio menos técnico y más pegado al negocio
Además, los clientes tienden a estructuras más ligeras y ágiles, sin excesivos niveles directivos, en una forma de relación casi plana, sin barreras, silos de información ni fronteras a la colaboración.
Este esquema debe replicarse en la Agencia y el conocimiento debe fluir por todos sus rincones, sin cortapisas, y entre todos los miembros del equipo que, por su parte, tienen que participar, proponer, sugerir y participar, llegado el caso, en acciones que no le incumban directamente, en una actitud proactiva, sugerente y crítica que mejore los resultados finales. Los personalismos sobran en nuestros días y lo único importante es el equipo.
La autogestión está muy bien y ahorra mucho tiempo. Todos hemos venido valorando al profesional que se conduce de forma autónoma y sin pedir ayuda. Pero ese tiempo ha pasado y resulta más eficaz que fluya la información; compartir experiencias, pedir apoyo o consejo y, cuando menos, divulgar a grandes rasgos la actividad que estamos desempeñando facilita este entorno de colaboración que se precisa. El día a día se hace más llevadero, pero sobre todo el conocimiento radica en la organización, el grupo, y sus diferentes miembros pueden intercambiar funciones sin que se produzcan disrupciones.
No se trata tanto de contratar a un coach o formador que fomente este espíritu colaborativo, como de dar forma a las distintas mentalidades, para que esta forma de trabajo cale en toda la agencia, a modo de cascada.
Aprovechar las nuevas herramientas y metodologías a nuestro alcance, para identificar rápidamente oportunidades, o crear un mapa de ruta, un proyecto piloto, y ponerlo a prueba es un paso esencial para dar forma a este proceso que, por otro lado, es infinito, no acaba nunca, o mejor, siempre admite nuevas cotas de desarrollo.
Las herramientas a nuestro alcance también son decisivas, las tecnologías más modernas permiten implantar estos nuevos modelos de negocio (llámense nube, movilidad, portales web, apps de colaboración) y ofrecen la flexibilidad precisa para responder a las cambiantes demandas de los clientes.
Una experiencia digital completa, o una visión de 360 grados de nuestros clientes, puede parecer un objetivo inalcanzable, pero no debemos desistir de ello o desfallecer a mitad de camino.
En un estudio reciente, se estimaba que casi el 80% de las aseguradoras pretenden utilizar canales digitales para interaccionar con sus clientes, ya sea vía web o a través de aplicaciones móviles y el sector sanitario está evolucionando rápidamente con nuevos sitios web
Las organizaciones que se resistan, por el contrario, tendrán problemas para seguir el ritmo de las demás. Algunas perderán cuota de mercado. Otras se convertirán en objetivos de compra. Y las últimas verán reducidos sus resultados financieros.
Posted by Esencial Marketing