Con un pie puesto en el verano (lo que significa sol, playa, vacaciones y helados a tutiplén), en el mundo del marketing y la publicidad se tiene cada vez más en cuenta la llegada del mes del orgullo LGTBI+, lo que supone para muchas marcas la ocasión de incorporar el arco iris a sus estrategias de comunicación. Vender productos y servicios ya no es suficiente. Las marcas deben posicionarse también en función de sus creencias y mostrar abiertamente su forma de ser. Es cierto que se trata de una iniciativa arriesgada que puede tener buenas, pero también malas repercusiones de cara a los consumidores. Sea como fuere, lo cierto es que es una variable cada vez más presente en muchos consejos de dirección.
Los consumidores han cambiado y exigen más transparencia, compromiso y responsabilidad cívica a las marcas. Ante esto, ¿qué compañía, a día de hoy, puede ignorar deliberadamente su impacto en la sociedad? La demanda de este nuevo consumidor además ha crecido mucho y valoran otros atributos de marca. Más de siete de cada diez personas cambiarían de marca solo por el apoyo a una buena causa, por ejemplo. El “propósito social” se ha convertido en un factor determinante de compra. Pero, ¿a qué causa son los consumidores más sensibles?
Se da prioridad a mejorar la atención médica, respetar los derechos humanos, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y a las temáticas de género. En la misma línea, más de la mitad de los clientes está preocupado por los derechos de los trabajadores y el entorno laboral. Las marcas ya no dudan en convertirse en otra voz dentro del debate social. Para algunos, la tendencia no es nueva; para otros, la conciencia es más reciente y tiene un enfoque más estratégico.
TIEMPO DE ORGULLO
A lo largo de junio, julio y agosto, los “arco iris” empiezan a aparecer en todas partes, a medida que las marcas muestran su aparente apoyo a la comunidad LGTBI+. Aunque es algo bueno, aparentemente, es evidente que hay una gran diferencia entre apoyar a una comunidad y cumplir un propósito de marca. Añadir un arco iris a un producto o publicar un mensaje genérico de “apoyamos …” es un intento de marketing “estacional” perezoso y descafeinado, que explota el efectismo de lo que sigue siendo un evento político y de visibilización, a pesar de la masiva creencia de que el Orgullo es solo una fiesta. Según algunos expertos, las compañías que ignoran el aspecto político del orgullo, para dar paso a una campaña de marketing superficial, no representan la auténtica realidad. De igual modo, aquellas marcas que dicen apoyar a la comunidad LGTBI+ y aún no han adoptado políticas con las que realmente prediquen lo que llevan a cabo, deberían evitar cualquier forma de publicidad que explote el Orgullo, si en realidad no es apoyado en su propia empresa. A pesar de las polémicas, podemos afirmar que el futuro de las marcas no es simplemente vender productos o servicios, sino también comprometerse por causas sociales y de actualidad. Si quieres empezar tu camino en esta dirección, ¡Esencial Marketing está aquí para ayudarte!
Posted by Esencial