Según recientes estudios, más del 50% de las medianas y grandes organizaciones incluye dentro de su estrategia de comunicación aspectos relacionados con la sostenibilidad y el compromiso medioambiental. Un intangible que ha ganado influencia en el aumento de la reputación corporativa y que además está demostrando su valor real dentro de los criterios de decisión de compra, tanto en negocios B2C como B2B.
Además, el incremento de la conciencia medioambiental de la sociedad y la exigencia de marcas más sostenibles está reorientando las temáticas de los medios y requiriendo de las agencias de comunicación una mayor especialización en la elaboración de estrategias, relatos y acciones concretas que respalden el compromiso medioambiental de sus clientes.
La nueva transformación medioambiental de las organizaciones, al igual que está sucediendo en el mundo digital, requiere ante todo un pormenorizado análisis de las capacidades, compromisos e inversiones que son necesarias abordar para establecer políticas concretas y reales que verdaderamente fructifiquen en acciones de descarbonización, eficiencia energética, reducción de residuos o estrategias de economía circular, por citar algunos ejemplos.
Las organizaciones que se comprometan con este tipo de medidas y tengan la habilidad de contarlas apropiadamente, serán las que alcancen importantes beneficios en términos tanto económicos como de imagen corporativa, además de ayudar a revertir una situación ambiental que comienza a ser preocupante. Por el contrario, aquellas otras organizaciones que dediquen recursos a contar aquello que les gustaría ser, pero que realmente no son, estarán expuestas a medio plazo a serios problemas de reputación e imagen.
Incluir dentro de los planes de comunicación el eje de la sostenibilidad es un paso que debe de ser meditado, ya que requiere el establecimiento de un relato creíble en el que poder desarrollar las credenciales ecológicas de una marca u organización para los intereses de sus stakeholders. Una vez realizado, se debe de establecer una hoja de ruta en la que se establezcan claramente las palancas de comunicación y se adapten los mensajes, formatos y canales, en cada grupo de interés. Finalmente, se deben establecer los KPI´s adecuados para medir el progreso del plan.
Aquellas organizaciones inmersas en comunicar su vertiente más “verde” deben tener en cuenta una serie de premisas entre las que destacamos en primer lugar analizar a su competencia directa para conocer su verdadero posicionamiento a nivel medioambiental. Demostrar el valor y el impacto de estas medidas en la sociedad y grupos de interés. Ser relevante y transparece. Buscar enfoques diferentes e innovadores para divulgar la información. Y por último y no menos importante, contar con un plan de crisis para responder con agilidad a cuestiones relacionadas con la credibilidad y confianza.
En definitiva, cada vez con mayor frecuencia, la reputación de una marca se sustenta en variables intangibles, como el respeto por el medioambiente, pero se debe evitar caer en la falsa creencia de pensar que el cliente o consumidor no discrimina a las organizaciones verdaderamente comprometidas, de aquellas que tienen un mensaje hueco sin trasfondo real.
Desde una agencia de comunicación, como la que representamos, animamos a las organizaciones a definir estrategias alineadas a la realidad, más allá de las corrientes de opinión que el momento imponga.
Posted by ESENCIAL