Se calcula que, en 2014, aumentó la inversión en vídeo marketing casi un 40% a nivel global
Parafraseando al asesor de Bill Clinton que se refería a la importancia de la economía como reclamo popular, podemos decir que 2014 nos enseñó la importancia del videomarketing para la empresa.
El objetivo de cualquier estrategia de contenidos corporativa es lograr mayor visibilidad posible, para generar tráfico y aumentar las visitas a los llamados “escaparates virtuales”. Más tarde, llega la hora de retener a esa audiencia, ganarse su fidelidad y convertirla en visita habitual. Luego, en clientes.
Como en cualquier otro establecimiento, el contenido es lo que importa en una web y debe tener interés, calidad, estar documentado y ofrecer algo nuevo; aportar valor.
La realidad actual indica que plataformas como Youtube recogen más de 80 horas de vídeo por minuto y, si sumamos el resto de redes (sin ir más lejos, Facebook) podría hablarse de más de 100 horas de vídeo que se suben a Internet cada minuto.
El vídeo marketing está comenzando a ser muy valorado por algunas organizaciones y un reciente estudio de Adman, IAB y TNS indica que el 88% de los profesionales ha utilizado este recurso en alguna de sus acciones el pasado año.
No solo eso, nueve de cada diez encuestados asegura haber obtenido resultados comerciales positivos de sus iniciativas con este medio.
Quizás por eso, se calcula que el año pasado aumentó la inversión en vídeo marketing cerca de un 40% a nivel global y se espera que esta progresión continúe de forma ascendente a partir de ahora.
Más allá de las herramientas de CMS, SEO y Social Media, que se utilizan para multiplicar el alcance de las acciones de contenido, ofrecer reclamos atractivos en los canales disponibles resulta clave. Y el vídeo es una excelente vía para lograrlo.
Imagen cuidada, calidad de los contenidos, frecuente actualización, son algunos de los atributos que debería tener cualquier web. Y, en este contexto, los profesionales encargados de su ejecución disponen de las armas necesarias para lograrlo.
Desde el desarrollo de la plataforma idónea para publicar los contenidos hasta las propias contribuciones de los redactores y editores, responsables de que el visitante disfrute de una excelente experiencia de uso, son fundamentales para ofrecer una imagen compacta y de calidad.
La base periodística resulta crucial. Con la desaparición y recorte de muchos medios de comunicación, existe una extensa base de periodistas disponibles, con experiencia, conocimientos y relaciones que las empresas pueden ahora aprovechar. Redactar, editar y corregir textos es su especialidad y la calidad de sus trabajos impulsará la producción de contenidos de cualquier organización.
Por supuesto, no podemos olvidarnos de las redes sociales, a las que hay que dar un tratamiento diferenciado, distinto al de la web, complementario, y el videomarketing en ellas constituye también una aportación singular.
Ahí sí que es muy útil contar con un editor o gestor de comunidades, que detecte a usuarios afines, interesados o que tropiezan con nuestros contenidos, mientras buscan otras cosas.
Detectarlos, conocerlos y ofrecerles temas de interés es otra de las labores que cualquier equipo de Content Marketing debe tener en cuenta, a la hora de crear historias que se hagan virales.
Las estrategias SEO son herramientas de gran utilidad para estos fines. Tanto para redactores como para los administradores de nuestras redes sociales, estas técnicas deben utilizarse de forma transversal, en todo el proceso de creación de contenidos.
Su análisis periódico y la definición de nuevas estrategias sociales, tendrá que ser un proceso permanente y continuado.
Las imágenes copiadas de Google no molan. Las que creamos nosotros mismos para un blog, sí. Dedicar tiempo a infografías, a tener un estilo propio, a conseguir que la imagen sea un complemento de la información, y nos ayude a posicionar la marca y generar engagement, son propósitos también fundamentales.
Pero, es la producción de video la gran opción que hoy en día no podemos desaprovechar. Como decían las abuelas, la calidad entra primero por los ojos, y ofrecer producciones de video de alta calidad es ya posible con presupuestos muy accesibles.
Crear guiones, decidir localizaciones, gestionar rodajes y, al final, realizar una buena labor de postproducción es ya posible, con el simple apoyo de una productora especializada. Pero, lo esencial es utilizar ese recurso para generar ventas.
Las agencias de marketing y contenidos pueden convertir esta posibilidad en realidad. Orientar las necesidades de sus clientes, ajustar los vídeos a las características de cada negocio y sector, y buscar su encaje más adecuado en la estrategia general de la empresa son labores que ya se realizan a diario y que pueden potenciar la imagen y actividad de cualquier cliente.
Sus audiencias lo agradecerán.
Posted by Esencial Marketing