Las redes sociales ocupan un lugar destacado en cualquierplan de comunicación que se precie.Tras años de definición, hoy son un elemento esencial para construir y difundir mensajes a la audiencia adecuada. Aunque la experiencia en otros canales resulta importante también en este campo, lo cierto es que muchos de sus principios aquí pierden relevancia, mientras que otros vuelven a ganar protagonismo. Es el caso de los contenidos.
Arrinconados muchas veces en el pasado en lugares de la organización que nadie consideraba relevantes, los contenidos profesionalesviven una nueva primavera, al rebufo del crecimiento y consolidación de los social media. Hoy vuelven a ser esenciales para ganar y mantener el interés de las audiencias, con más canales y opciones disponibles que nunca.
Sí que es cierto que, a cambio, convencer al cliente resulta hoy más difícil que nunca y ningún mensaje vacío, marquetiniano o comercial logra ningún resultado. O peor, provoca la reacción contraria. La calidad del contenido, su fondo, pero también la forma, son cruciales. La correcta redacción y puntuación parecen básicas, pero las clásicas reglas de estilo y una nueva forma de introducir los temas también.
Se trata además de una interacción,no es un monólogo. Debemos incitar a la participación, provocar el interés y hasta generarexpectación, con nuestros contenidos, que fomenten una respuesta, a ser posible, positiva, con muchos likes y retweets.
Por eso, hay que plantear el mensaje como un primer intercambio, demostrar disponibilidad a discutirlo y prepararse con un potente argumentario, ante posibles preguntas u opiniones (quizás incómodas).
La selección del canal adecuado también es muy relevante y tiene que partir siempre de un análisis previo de la audiencia que, aunque algunos no lo crean, no se parece a la de ninguna otra marca y hay que identificar correctamente. Los rasgos de ese cliente y las posibilidades de aportarle valordeben ser estudiados detenidamente, para detectar en qué redes sociales se mueve y entender por qué, en qué momento o con qué frecuencia.
Otra buena idea es pensar que nuestro contenido debecompartirse fácilmente para multiplicar su alcance y hasta fomentar esta difusión con enlaces interesantes, opiniones válidas y consejos prácticos. Textos simples y que incluyan estadísticas, material gráfico, infografías, etc..también tendrán mayor repercusión.
También es crucial encontrar eltono adecuado de los mensajes, que además sea sólido y se mantenga en todos los contenidos y canales, en busca de esa voz única y reconocible de nuestra marca.
Renunciar a las imitacioneses fundamental. Tenemos que buscar la esencia de nuestra marca, sus atributos principales y su propuesta de valor, más allá de los que hayan elegido otros, para después difundirla adecuadamente por las redes sociales; ésas que nuestros clientes utilizan y respetan.
Por último, la frecuencia de los mensajestambién debe medirse cuidadosamente, si no queremos ahuyentar, en lugar de seducir y conquistar con nuestros contenidos en redes sociales.